Como comentábamos en uno de los últimos post del Blog de Betaman el amianto es uno de los cancerígenos ocupacionales más importantes que provoca alrededor de la mitad de las muertes por cáncer profesional. Sin embargo, retirarlo y eliminarlo de una instalación como los techos y cubiertas de las naves, es muy peligroso y muy caro. Si se encuentra almacenado en contacto con el medio ambiente y en mal estado, estará liberando partículas a la atmósfera. Por lo que la retirada y eliminación corresponde a una empresa que se encuentre inscrita en el RERA (Registro de Empresas con Riesgo por Amianto). La empresa autorizada debe aislar completamente la zona para evitar la emisión de partículas al medio ambiente y los trabajadores que realizan la retirada deben ir cubiertos completamente con una escafandra.
Existen alternativas a su retirada como su encapsulamiento que alarga la vida útil de una cubierta de fibrocemento.
El equipo de Betaman deja en menos de una semana la cubierta preparada y a punto para que no sea cancerígena. Además de neutralizar el efecto nocivo del amianto que se encuentra en los techos de las cubiertas con su encapsulamiento, nuestro equipo procede a aplicar un sistema de mantenimiento necesario para que la cubierta se mantenga en perfecto estado. Después de cubrir la cubierta de amianto de espuma de poliuretano proyectada y sellar la cubierta -previamente cubierta con espuma de poliuretano-, virtiendo poliurea, un revestimento muy resistente e impermeable que protegerá la cubierta de golpes y roturas, el equipo de Betaman Cobertes limpia los canales para que no se llenen de agua, evitando que se desborde y genere filtraciones masivas por la superficie.
Por lo general, se aplica un mantenimiento anual para comprobar que todo está correcto. Este sistema cuenta con una importante ventaja y es que el hecho de verter la poliurea asegura que la cubierta se mantendrá en perfecto estado al menos 50 años, que es lo que se estima que tiene como vida útil este material tan resistente.