La línea de vida es un sistema anticaídas homologado y certificado destinado a la prevención de caídas de las personas cuando se realizan trabajos en altura.
Estos sistemas de anclajes de seguridad, pueden ser de diversos tipos: fijos o temporales, rígidos o flexibles. Pero todos proporcionan una solución para realizar trabajos sobre cubiertas o tejados sin riesgo de caída del operario.
Cuando queremos poder transitar una cubierta con seguridad, una de las medidas más habituales es la de instalar líneas de vida que permitan a los operadores trabajar con total seguridad.
Si por el contrario, se trata de una instalación temporal, la mejor opción es la de optar por líneas de vida textiles. Esta opción se suele utilizar cuando de manera habitual no se accede a la cubierta pero se tiene que realizar una reparación.
Solo el personal cualificado y certificado por la marca podrá realizar las instalaciones. Para hacerlo de manera correcta, es necesario conocer muy bien las zonas de riesgo a cubrir, a que zonas nos permite acceder la línea de vida y todas las especificaciones concretas de la instalación. Hacerlo de manera incorrecta supondría un serio problema de seguridad, pues la línea de vida no cumpliría con su función y el operario podría sufrir un accidente laboral.
Según la normativa UNE EN 795:2012 y UNE EN 353 las líneas de vida están consideradas como EPI (Equipo de Protección Individual) por lo que es necesario realizar las revisiones que pauta la normativa, es decir, cada 12 meses como máximo. Si no se realiza esta revisión, el elemento de seguridad deja de estar apto para su uso. Esto conllevaría trabajar en altura sin ningún tipo de garantía de que estamos protegidos ante una caída del operario.
¿Quién puede realizar estas revisiones?
De igual forma que la instalación, la revisión deberá realizarla personal técnico especializado y cualificado para realizar dichas revisiones y emitir un certificado como que se encuentra en correcto estado.