El amianto es uno de los cancerígenos ocupacionales más importantes que provoca alrededor de la mitad de las muertes por cáncer profesional, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). Concretamente, el amianto es un grupo de minerales que adoptan la forma de fibras diminutas que se ha utilizado en el pasado como aislante para el calor y el fuego en los edificios. Las fibras sueltas de amianto que llegan a los pulmones durante la respiración pueden causar varias enfermedades graves.
La capacidad del amianto de provocar fibrosis pulmonar fue establecida científicamente en 1930 y posteriormente las alarmas internacionales sobre los riesgos cancerígenos del amianto saltaron a mediados de los años sesenta. Una década más tarde el consenso científico era pleno.
Dadas sus especiales propiedades ignífugas y de resistencia a la abrasión, el amianto ha sido empleado en numerosos procesos industriales y productos manufacturados desde comienzos del siglo XX.
En los países industrializados el amianto fue un material ubicuo entre los años 60 y 90, dada su presencia en multitud de productos manufacturados (se calcula que unos 3.000 tipos de productos lo contenían).
El consumo de amianto en España a lo largo del siglo XX ha sido estimado en 2.600.000 Tm (toneladas métricas). Y desde su prohibición en 2002, el principal problema en nuestro país reside en el amianto instalado, fundamentalmente en forma de productos de fibrocemento (tejados, depósitos, conducciones, etc) y en aislamientos en techos, conducciones, calderas o en los vagones ferroviarios, entre otros.
Por este motivo en Betaman Cobertes hemos formado a nuestro profesionales para que dejen neutralizado el efecto nocivo del amianto que se encuentra en los techos de las cubiertas y ya están aplicando este mantenimiento a sus clientes. En prácticamente 5 días puede quedar protegida una cubierta de amianto con una superficie media de 500 metros.
El procedimiento para neutralizar los efectos nocivos del amianto consiste en una serie de pasos a seguir:
-se cubre la cubierta de amianto de espuma de poliuretano proyectada para no tocar la cubierta, siguiendo las medidas de seguridad laboral pertinentes, con equipos de protección, mascarillas, etc…
-seguidamente, se sella la cubierta -previamente cubierta con espuma de poliuretano-, virtiendo poliurea, un revestimento muy resistente e impermeable que protegerá la cubierta de golpes y roturas.
La finalidad de este proceso y vertido de productos es crear una capa resistente para no tener que desmontar el techo de amianto y, que, a la vez, no genere daño en la salud.
El sellado estricto que lleva a cabo Betaman Cobertes en las instalaciones de sus clientes evitará que esta superficie genere problemas durante la vida útil de la poliurea, estimada en 50 años..